Se la conoce como «fruta del dragón» debido a las espinas que aparecen en su cáscara. Esto se debe a que es una fruta tropical que proviene de un cactus. Algo interesante es que se caracteriza por crecer en climas tropicales y solo florecer por la noche.

La pitahaya o fruta del dragón proviene de América Central y algunas zonas de México. Algunos de los estados productores más importantes son Michoacán, Zacatecas, Sinaloa, Sonora, Baja California Sir y Oaxaca.

Se trata de una fruta rica en hierro, calcio y potasio, así como en vitaminas A, B y C. Algunas de sus propiedades nos ayudan a evitar la aparición de cáncer, favorecer la concentración y estimular la memoria. También nos ayuda a limpiar los riñones y prevenir problemas de caries.

Existen tres tipos de pitahayas: la de cáscara rosa y pulpa blanca, probablemente la más conocida, la de cáscara amarilla y pulpa blanca, y la que es rosa tanto en el interior como en el exterior.

A la hora de comernos su interior, conseguimos que su fibra nos ayude a regular el tránsito intestinal mientras que sus semillas, que suelen comerse junto al resto de la pulpa, combaten problemas de estreñimiento. Además, estas semillas contienen ácidos grasos esenciales como el Omega 3 que reducen la presión arterial y previenen las arritmias y los infartos.