Su origen: El espárrago comenzó a consumirse en los países del Mediterráneo, concretamente por las zonas de Egipto y Grecia, y comenzarían a volverse más populares en diferentes territorios como España siglos después durante la época del imperio romano. Esto fue gracias a que su sabor se mezclaba con unas diversas propiedades terapéuticas.

Una leyenda: Se dice que las primeras semillas de espárragos que llegaron a la península lo hicieron en los bolsillos de un viajero que conoció a un hombre de Tudela en uno de sus numerosos viajes a Córdoba. Éste hombre se interesó por las semillas, las degustó y solicitó al viajero que le regalase algunas para plantarlas.

Variedades: Existen dos variedades de espárragos que podemos diferenciar basándonos en su color. Por un lado, tenemos el espárrago verde o también conocido como triguero, que recibe su color gracias a estar en contacto con la luz solar. Por otro lado, existe el espárrago blanco que nace de esta forma por no recibir luz solar puesto que crece bajo tierra y, en consecuencia, no desarrolla clorofila, responsable de darle color.

Características: Los espárragos se categorizan por calibre, turbidez, color y uniformidad. Así, podemos clasificarlos en categorías Extra, Primera o Segunda. Nuestros espárragos Glamour Fresh se recogen de madrugada y se envasan el mismo día para que no pierdan ninguna de sus cualidades.

Preparación: Los espárragos frescos se consumen cocidos. Previamente los lavamos y pelamos desde la punta hasta la base. Para cocerlos añadimos sal, azúcar y unas gotas de limón al agua de cocción. Preferiblemente utilizaremos un recipiente alto para que las yemas no queden cubiertas por el agua. Los hervimos durante unos 5 o 10 minutos y una vez cocidos los dejamos enfriar en la misma agua de cocción.